“Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus enemigos”, del Evangelio de Juan, formó parte de las reflexiones de Semana Santa que se vivió en las capillas y parroquias de la Diócesis de Arica, con la numerosa presencia de feligreses que retornaron a los templos después de dos años de pandemia.
Con la bendición de los Ramos, el domingo pasado, la Iglesia de Arica y Parinacota, Miércoles de Misa Crismal en la Catedral San Marcos y la Renovación de las Promesas Sacerdotales; Jueves Santo, Día del Sacerdocio y la Eucaristía; Viernes Santo, Día de la Pasión del Señor, con vía crucis por diferentes poblaciones y anoche Sábado Santo, Día de Vigilia Pascual, con pregón pascual, y hoy Domingo de Resurrección, Día de la Pascua.-
Tanto el obispo Moisés Atisha como los sacerdotes diocesanos, compartieron con la Iglesia local que en tiempos de pandemia participaba virtualmente de eucaristías y oficios religiosos.
El padre Maks y padre Lirio, en la Parroquia Sagrada Familia y Capilla Emaús, encabezaron las cristianas celebraciones de Semana Santa.