La policía peruana inflexible, alerta y con su indumentaria anti disturbios se mantiene a pocos centímetros de la Línea de la Concordia para evitar que pasen indocumentados a territorio peruano. Ya no son 200 o 400 y ya no hay improvisados campamentos con familias viviendo una pesadilla. Pero todavía queda un grupo menor que quiere volver a su país. Y no ven solución posible. Lo están pasando muy mal, y se aprestan a pasar la noche a la intemperie, con mucho frío. Allí estaba este martes 23 de mayo el venezolano Genderson Alexander Leal, natural de Táchira. Los demás no quisieron hablar:
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