La primera mala noticia del año es que Arica fue la región que más decreció en el país: Está en la última posición de las cinco regiones que mostraron una baja en su actividad económica, según el informe del Banco Central.
Según los expertos este hecho representa el momento económico del ajuste provocado por el Banco Central, en una región extrema, con un mercado pequeño y aislado, sin una mayor industria exportadora o extractiva, y que depende muy fuertemente de las políticas internas que se adopten en el país.
También se informó de la caída del 1,5 % del consumo de hogares en la región, una cifra que es menor a la que registraron otras regiones con bajo crecimiento, y refleja literalmente la relación que existe entre la baja producción y los bajos ingresos.
El economista, docente de la UTA, y ex director regional de CORFO, Fernando Cabrales, fue lapidario: “Tenemos una región que tiene problemas importantes de crecimiento económico. Es decir, es una región que está con una caída de la actividad económica relevante, pero que por ahora no tiene un impacto muy significativo en el gasto de los hogares. En las otras regiones son determinadas industrias, que son los motores del desarrollo, en cambio Arica y Parinacota no tiene una perspectiva de crecimiento y de proyección económica ni a corto, ni a mediano ni a largo plazo”.