La muerte del querido arqueólogo ariqueño, investigador de nivel internacional, destacado docente, Hijo Ilustre de Arica, don Luis Briones Morales, ha causado hondo pesar en la ciudad.
Luis Briones ejerció gran parte de su vida como académico investigador de la Universidad de Tarapacá y durante su vida recibió los más altos honores y distinciones que un investigador pueda merecer.
Fue experto en arte rupestre y recibió el Premio Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural de Chile, otorgado por el Consejo de Monumentos Nacionales; homenaje y reconocimiento de la Sociedad de Investigadores de Arte Rupestre de Bolivia; el nombramiento de Hijo Ilustre de Arica, por parte de la Municipalidad de Arica, entre una larguísima lista de distinciones y logros académicos y científicos a nivel nacional e internacional.
Luis Briones Morales jubiló a los 70 años en la Universidad de Tarapacá, con la reflexión honesta y experta, respecto a las incógnitas de los mensajes milenarios, grabados en las rocas del desierto del norte de Chile, a los que dedicó 50 años de su vida.
Los petroglifos -diseños simbólicos grabados en rocas- aparecieron en su vida cuando hizo su tesis para optar al título de Profesor de Estado en Artes Plásticas y estudió el sitio de petroglifos Tarapacá 47. Pero siempre fueron un enigma sin descifrar.
En 1974 postuló a la Sede Arica de la Universidad de Chile, dictando la cátedra de Historia del Arte Iberoamericano.
Cuando se creó la Universidad de Tarapacá, en 1982, se fue trabajar al Museo Arqueológico San Miguel de Azapa, donde fue recibido por don Guillermo Focacci, un arqueólogo innato de la región.
Desde ahí se apropió de una nueva filosofía, de cómo iba a hacerse el estudio del arte rupestre en forma sistemática, trabajando en diversos proyectos y recorriendo diversos sitios, donde siempre hubo espacio para la emoción, por tener la oportunidad de encontrarse con señales únicas del pasado milenario.
Luis Briones en sus últimos años se instaló al norte de Matilla y en la serena tranquilidad del desierto esperó en paz el retorno a la madre tierra. En Arica sentimos profundamente la partida del maestro.