(Marcelo Aguilar).- Como en los versos de Amado Nervo de su obra “En Paz”, se fue el legendario Manuel Muñoz, con la pena de sus entrañables amigos Luis Cornejo, Luis Rocafull, Julio Sedano, Rubén Canales, Adolfo Robles, José Toribio Vergara y tantos amigos y amigas del ámbito deportivo que sería largo enumerar y que expresaron su pesar a su familia en la misa con que el mundo del deporte despidió los restos de quien fueran en vida el destacado futbolista y seleccionado chileno, Manuel “Colo Colo” Muñoz.
Fotografías de revistas deportivas de antigua data, retrataron la estatura que alcanzó don Manuel, y reflejaban la forma en que instituciones deportivas valoraron la permanente entrega y orientación que de él siempre recibieron.
En la Catedral San Marcos se llevó a cabo el oficio religioso, que fue concelebrado por el párroco Mauricio Cáceres, quien en su homilía dedicó emotivas palabras a sus familiares, entre hijos y nietos, destacando sus virtudes como persona y deportista.
El sacerdote resaltó los gestos de pesar del mundo del fútbol a nivel nacional, como el de Marcelo Barticciotto, que le homenajeó al aire, cuando se disputaba el tercer lugar del Mundial de Qatar; acción similar que llevó a cabo en su espacio radial, el Consejero Regional, Iván Paredes, quien leyó una semblanza de don Manuel, valorando su inmenso legado a las actuales generaciones, a deportistas y especialmente a entrenadores, haciendo énfasis en sus hitos deportivos tanto nacionales como internacionales.
En la parte final de su emotivo mensaje, el pastor, llamó al trabajo unido por apoyar el deporte amateur, ejemplo que siempre dio don Manuel, instando a los presentes a materializar alguna obra que lleve su nombre, más aún de quien mucho entregó al defender La Roja de todos.
Tras finalizar el oficio religioso, y un aplauso cerrado de quienes asistieron, su féretro al instante de ser bajado por las gradas de la catedral para enfilar rumbo a su última morada en el camposanto de Lluta, fue acompañado por los sones de los himnos que siempre cantó con emoción hasta sus últimos días: el de Colo Colo y el de Arica.