Detectives de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) Arica capturó a una empleada de casa particular que lideraba una banda compuesta por dos mujeres y un hombre, todos mayores de edad y de nacionalidad boliviana, imputados por los delitos de hurto agravado, receptación y porte ilegal de arma de fuego.
La patrona además de echarle de menos a sus joyas descubrió que le faltaba su notebook. Las sospechas recayeron en la nana boliviana que había contratado hacía un par de días, la que resultó experta en limpieza de joyas de oro, notebook y smart TV, entre otras especies de valor.
Las cámara acusaron a la nana en las horas de salida llevando objetos entre sus ropas y se subía a un vehículo con rumbo desconocido. Investigadores de la PDI ubicaron a la sospechosa que transitaba de pasajera en el mismo vehículo que captaron las cámaras de seguridad. Una vez realizado el control de identidad, conforme a los antecedentes de la denuncia, se gestionó la entrada y registro a su domicilio y al de su hermana. Y allí mantenían una verdadera Cueva de Alí Babá: Equipos electrónicos, diversas especies que no pudieron acreditar su procedencia, joyas, pantallas Le, Smart TV, junto con un revolver.
El modus operandi utilizado por la banda criminal, consistía en ofrecer servicios como asesora del hogar, donde luego de tener la confianza de las víctimas procedían a hurtar especies de valor las que eran reducidas en el mercado informal. Respecto del resto de las especies recuperadas, se llama a quienes hayan sido afectados y reconozcan el actuar delictual de esta banda criminal, concurrir a la PDI, para reconocer y reclamar los artículos que sean de su propiedad.