Ocho años de ensayos y sólo 28 plantas de la especie koa (Diplostephium cerereum Cuatrec) ha logrado CONAF en su esfuerzo por reproducir ex situ una de las plantas sagradas del pueblo aymara. El equipo del vivero forestal de Putre no se desanima, y sigue en su empeño, buscando igualar los logros obtenidos con la queñoa y la llareta, así como con diversas especies medicinales y ornamentales propias de la precordillera y el altiplano de Arica y Parinacota.
El vivero de Putre es un centro productor principal de especies nativas de la zona andina. Las principales son las queñoas o Polylepis, en su versión de altura o la de tipo precordillerano, y la llareta. Se agregan los arbustos coa, yara, chilca, misico, paja brava y tola, entre otras.
Andrés Huanca, ingeniero agrónomo del departamento regional de Bosques y Cambio Climático, explica que “tras solicitudes de las comunidades, los ensayos con la koa comenzaron el 2014, con las primeras colectas de semillas, pero al principio no hubo resultados favorables. Recién en el 2019 logramos las primeras germinaciones”.
Héctor Peñaranda, director regional de CONAF destaca que “lograr la reproducción en vivero nos permitirá una mayor entrega a la comunidad, ya que al plantar la koa en sus predios, podrá disponer y hacer un uso sustentable del recurso, liberando la presión que pueda haber sobre los sectores que crece en forma silvestre, o dentro del bosque nativo de queñoas”.
Para Marisol Barra, aymara y funcionaria de la Municipalidad de Putre “es muy relevante lo que ha hecho CONAF. No solo acogió esta demanda y gestionó que se clasificara como vulnerable, sino entendió la importancia de esta especie para la religiosidad y las ceremonias rituales de nuestro pueblo. Conservar, domesticar y recuperar esta planta no ha sido fácil”.
Junto a Andrés Huanca han trabajado en esta verdadera fábrica de flora nativa, Katherine Nomel y Kevin Mamani, ambos técnicos agrícolas, además de Diego Huayllas, guardaparques del Parque Nacional Lauca en el apoyo a las labores ya sean de vivero o terreno.
Y como la tendencia es a mantener y recuperar la medicina natural, otra novedad es la instalación de un huerto demostrativo al interior del vivero. Allí crecen actualmente muticia y pomarea, dos plantas vistosas por sus flores, además de llaretas, tola y muña. Todo en sintonía con la puesta en valor de los recursos existentes al interior de la Reserva de Biosfera Lauca, que acaba de ampliarse a toda la comuna de Putre, más Camarones y General Lagos. Cabe señalar que las 18 plantitas de koa, producidas con tanto esfuerzo y tiempo, se fueron como pan caliente. Pero ya hay otro stock en preparación.