Seis familias del pasaje Eugenio Guerra en la población Tucapel 2 denunciaron que sus viviendas se encuentran con orden de demolición por los severos daños estructurales, producto del terreno salino en el que están construidas, sin que a la fecha el SERVIU entregue una respuesta definitiva pese a las insistencias.
Las familias solicitaron apoyo al consejero regional Claudio Acuña, quien visitó las casas de las familias afectadas y declaró que en Arica existen miles de viviendas con graves problemas de filtraciones y socavones, pero las emplazadas en la calle Eugenio Guerra tienen una situación gravísima porque ya tienen orden de demolición por parte del municipio y las familias siguen habitando esas casas que se encuentran en un peligro inminente.
Señaló además que el Consejo Regional en sesión ordinaria ofició al director del SERVIU para que retome las conversaciones con los vecinos y se entregue una solución habitacional definitiva: “Estas viviendas en cualquier momento pueden colapsar toda vez que ya se decretó la demolición, por lo mismo urge que estas familias puedan habitar una vivienda en condiciones dignas y no seguir en riesgo permanente”, señaló Acuña.
Las familias señalaron que la única alternativa que les dio el SERVIU fue entregarles un departamento, pero señalan que en un sector aledaño a la población con los mismos problemas de suelo salino. Además, muchos de ellos son adultos mayores y ya no pueden subir escaleras o viven con gran número de familiares y por temas de espacio no pueden abandonar sus viviendas.
Vivian Segovia, propietaria de una estas casas explicó: “Llevamos más de 5 años con el mismo problema, siento mucha impotencia y temor ya que en cualquier momento puede ocurrir una tragedia”.
Por su parte la vecina Patricia Valdivia aseguró: “El SERVIU a través de proyectos ha reparado superficialmente algunas casas y los arreglos no duran seis meses y nuevamente se rompen las cañerías, pasa el agua y vuelve a ceder el terreno y se forman más socavones, tenemos niños pequeños en riesgo ya que en cualquier momento puede caer un muro sobre ellos”.
Agregó que en su casa, que compró con esfuerzo, no hay lugar de seguridad si hay un sismo, que tiene cinco hijos menores, y un familiar con discapacidad y que es una gran necesidad vivir dignamente y sin la angustia constante de sufrir una tragedia.