(Hugol).- El experimentado entrenador Kenny Mamani Camacho, al mando del equipo juvenil de San Marcos de Arica, sometió a sus dirigidos a un plan de juego que le permitió empatar de local y visita ante Coquimbo y San Felipe por el campeonato de Primera B. Mamani sacó adelante una tarea que a todas luces parecía imposible de conseguir, luego que 27 integrantes del plantel profesional y el cuerpo técnico ariqueño fueran sometidos a una estricta cuarentena por ser contactos estrechos por Covid-19.
Mamani, ariqueño hasta los huesos, y discípulo de los entrenadores “Chirimino” Mamani (padre del mencionado entrenador) y Alfredo Rossi Montana, QEPD, impuso sus términos desde el borde del campo de juego, y así, hasta los empates cero a cero, y las estrategias defensivas, son dignas de apreciar y destacar. En 180 minutos de juego, más los descuentos, Mamani sometió a sus jugadores a su organización de juego, y eso muy pocos entrenadores lo consiguen en el fútbol profesional chileno.
El uruguayo Gustavo Poyet, quiso darle un tinte más pragmático a la Católica y no pudo, al extremo que terminó fuera del equipo; que hablar de Rafael Dudamel en la “U”, el venezolano nunca tuvo buena llegada con los jugadores, y no fue capaz de plasmar sus ideas en la cancha. Dicen que las comparaciones son odiosas, y en este caso pueden sonar desproporcionadas, pero qué más da, si al final, todos los equipos juegan con la misma pelota.
Antes de jugar con San Felipe, en entrevista del TNT realizada al borde de la cancha, donde no hablan los Poyet y los Dudamel, el entrenador de San Marcos, dijo vamos a doblar las marcas en todo el campo de juego, y sus dirigidos así lo hicieron. Me gustaría que Martín Lasarte también dijera que plan de juego va a utilizar el próximo jueves 7 de octubre, cuando en Lima, Chile enfrente a Perú por las clasificatorias mundialistas. Sería bueno comprobar, si Lasarte somete a sus jugadores, o si éstos lo someten a él, a una nueva derrota.