(HUGOL).- El empate a cero cosechado por San Marcos ante Wanderers no resultó positivo estadísticamente hablando, pero como expresión de juego dejó una mejor impresión del equipo ariqueño. Recordemos que la escuadra sanmarquina venía de perder dos partidos al hilo, y en ambas ocasiones el plan de juego del entrenador Germán Cavalieri había dejado mucho que desear.
Frente a Wanderers la cosa cambió. San Marcos dejó de lado el ataque rápido y directo llevado a cabo de mala forma en los partidos anteriores, y en esta ocasión, el equipo optó por más tenencia de balón y por un juego más elaborado. Así fue como, en algunos pasajes del partido, jugadores de pie educado como Cristóbal Guerra, Fabián Rosales, Augusto Barrios, Nahuel Donadell y Mikel Arguinarena, retomaron el nivel que la hinchada ariqueña extrañaba. Aunque el equipo no ganó, Cavalieri estuvo acertado en cambiar su plan de juego.
También mostraron una mejor versión de sus fortalezas los defensas Jorge González y Hugo Rojo. Ambos elevaron su nivel en el plano defensivo. Y Rojo aunque no es lo suyo, intentó trepar por la banda izquierda para transformarse en agente ofensivo.
Cavalieri también mostró autocrítica a la hora de conformar su formación titular. Por fin, Barrios dejó de jugar como lateral derecho y pasó a ocupar su puesto de volante central. Y Guerra ocupó la plaza de lateral derecho que nunca debió dejar. Además, Donadell recuperó la titularidad. Eso sí, a Cavalieri aún le faltan algunas piezas que ajustar. Sobre todo por la banda izquierda de la defensa sanmarquina.
SAN MARCOS MERECIÓ GANAR ANTE UN RUDO Y PORFIADO WANDERERS
