Demoraron 45 minutos los Bravos de Morro para demostrar a los 5 mil hinchas que estuvieron anoche el Carlos Dittborn, que el apelativo no es gratuito. Santiago Morning entró jugando como de local, dominando, atacando sin pausas, llegando desde los minutos iniciales con profundidad ante el arco del buen golero ariqueño Abarca.
Y San Macos sintió la presión del visitante y en las graderías el público con preocupación comenzaba a exigir más garra y ataque a los Bravos.
El 0 a 0 del primer tiempo no tenía buen presagio. Salió San Marcos a la cancha y la gente lo recibió con el Himno a Arica. Y cambió la actitud alentado por la fiel hinchada. Los Bravos se fueron al ataque con los dientes apretados y a los 11 minutos Augusto Barrios estremeció el Mundialista con gol un producto de un avasallador ataque colectivo de Arica. Y volvió la fe. Luego San Marcos fue una máquina hasta minuto final, con un arquero, Claudio Abarca, inspirado para neutralizar a la buena delantera del Morning.
Al visitante se le vino la noche con la expulsión de Campillay a los 23 del segundo tiempo y la suerte quedó echada cuando el portero visitante derribó en al área al delantero ariqueño Sebastián Pérez cuando se iba en demanda del arco. Desde los 12 pasos Nahuel Donadell marcó el tanto de la victoria con una impecable ejecución.
Un triunfo muy trabajado, donde apareció la bravura y la garra en la segunda etapa ante un Santiago Morning que mostró credenciales de un equipo muy rápido y con buenas figuras en el campo de juego.