Tal como se había anunciado por las entidades metereológicas, cayó agua en Arica y en la precordillera.
La llovizna se inició durante la madrugada, de manera intermitente, pero fue entre las 9 y 11 horas que se observó en la comunidad.
Sorprendimos al ariqueño, Wilson Quiroz, con un paraguas. Obviamente lo atribuimos a la garúa que estaba cayendo durante la mañana. Sin embargo, los sorprendidos, luego, fuimos nosotros, porque el vecino Wilson, transitaba llevando una caja que contenía a una golondrina de mar negra, a quien intentaba proteger, antes de entregarla en INACAP, lugar de contacto con las autoridades del medio ambiente.
Las calles y los vehículos rápidamente concentraron la llovizna y en muchos sectores debieron instalar cartones o enseres para evitar anegamientos.
Don Wilson, entregó el ave, en peligro de extinción y se devolvió contento y alegre, por el deber cumplido.
El vecino Wilson Quiroz, el paraguas, la caja y la golondrina.
La golondrina de mar negra, un ejemplar que se desorienta por la luminosidad, es protegida por el vecino.
Las calzadas y vehículos se cubrieron rápidamente con la llovizna.