Sin fuegos artificiales y toque de queda para las fiestas de fin de año
Por segundo año consecutivo la Municipalidad de Arica descarta los tradicionales fuegos artificiales para recibir el nuevo año, esta vez aduce motivos económicos, recordando que el año pasado hizo un encuesta ciudadana para definir el lanzamiento de los fuegos artificiales.
Al respecto, el alcalde Gerardo Espíndola explicó que esta vez existen dos razones para tomar la medida: La falta de recursos y la redistribución de los dineros disponibles para ayuda social.
Consultado sobre las actividades de fin de año, Espíndola dijo que la administración comunal ha realizado las consultas a la autoridad competente para saber qué actividades se podrían realizar, y se están evaluando alguno eventos para una celebración sobria con todas las medidas sanitarias.
TOOUE DE QUEDA EN LAS FIESTAS
En tanto el vocero regional Víctor Hugo Sepúlveda indicó algunas medidas sanitarias especiales por fiestas de fin de año. En ese contexto, se refirió a los horarios de toque de queda vigentes para esas festividades. Para Navidad, el toque de queda será entre las 02.00 y 05.00 horas del 25 de diciembre, pero para las comunas en cuarentena, comenzará a regir a partir de las 00.00 horas.
En Año Nuevo, el toque de queda extendido funcionará entre las 02.00 y 07.00 horas de la madrugada del 01 de enero de 2021 en las comunas en Paso 2,3 y 4. Aquellas localidades que estén en cuarentena, el inicio de esta medida será a las 00.00 horas.
FESTIVIDAD DE LAS PEÑAS
Este lunes 8 de diciembre es un día especial para la región, ya que se conmemora la fiesta chica de la Virgen de Las Peñas, celebración religiosa que siempre ha reunido a miles de personas, pero este año no se podrá realizar para evitar contagios masivos.
El funcionario de gobierno formuló un llamado a la comunidad a no asistir al santuario, asimismo lo expresó la seremi de Salud, Beatriz Chávez.
En un mensaje a los feligreses el vicario general de la Diócesis San Marcos de Arica, Mauricio Cáceres, instó a los peregrinos a no asistir al Santuario de Livílcar, pero sí a vivir la expresión de la fe a través de los distintos espacios que como Obispado se han dispuesto guardando todas las medidas sanitarias y de autocuidado,
