Hasta el último momento los efectivos protegidos con sus escudos se contuvieron soportando las botellas, piedras y otros objetos que les lanzaban hasta que al Coronel PNP William Pajares dio la orden de utilizar las bombas lacrimógenas. Con dos artefactos lograron dispersar a la turba que estuvo a punto de saquear el supermercado Plaza Vea, según consigna el diario Correo.
Los manifestantes también trataron de abrir una puerta que da a calle Sir Jones, la que había sido soldada el día anterior. Las mamparas también se encontraban protegidas con planchas de madera.
Los protestantes se retiraron amenazando con volver en la tarde o noche. En la zona la Policía y miembros del Ejército resguardaban el recinto que se ha vuelto un potencial blanco de vándalos que se camuflan entre los manifestantes que exigen nuevas elecciones generales.
Al mismo tiempo que atacaron Plaza Vea también trataron de violentar las puertas de la tienda de juguetes Tai Loy, ubicada en la avenida Cusco, frente a la conocida cadena de supermercados.
