Ante el aumento de las consultas en centros de salud por cuadros entéricos, como intoxicaciones y enfermedades diarreicas, la Unidad de Alimentos de Salud realiza un intenso programa de fiscalizaciones que a la fecha ha permitido el decomiso 123 kilos de alimentos y 110 kilos de productos cárneos, todo ello desnaturalizado y enterrado en el vertedero municipal.
Voceros del sector Salud aseguraron que la idea es hacer cumplir la normativa sanitaria vigente, relativo al riesgo de las instalaciones donde se expenden los alimentos, alerta ante demanda espontánea, eventos de intoxicaciones alimentarias, realización de festividades en la región y la presencia de focos de concentración en la venta de alimentos, tales como mercados y ferias, especialmente en las festividades de fin de año.
Durante los últimos tres meses se han efectuado 155 fiscalizaciones en la región a instalaciones, puestos y casetas de venta o elaboración de alimentos, con un saldo de 19 sumarios sanitarios y tres paralizaciones de funcionamiento, gracias al efectivo trabajo de la Unidad de Alimentos.
