La gran paradoja de Arica, con las más hermosas playas de Chile, un clima primaveral y un plácido domingo familiar, y tener que enfrentarse al severo control y patrullaje de la autoridad marítima que prohíbe terminantemente visitar el borde costero.
Para cumplir esta tarea informativa y de apoyo trabajan en los balnearios funcionarios de la Dirección de Prevención y Seguridad Humana de la Municipalidad (DIPRESH), quienes orientan a cientos de familias que van con la intención de relajarse en nuestro cálido mar, para explicarles el rígido instructivo que prohíbe los desplazamientos y sus excepciones, vigente desde el 23 de octubre, y que mucha gente desconoce.
En playa El Laucho estaban Ammy Henríquez, Alejandro Díaz y Pablo Ramírez, de la DIPRESH, quienes explicaban a los frustrados bañistas que las playas están cerradas y que solo pueden ingresar los niños de 0 a 14 años acompañados de uno de los padres, máximo 4 menores, los días martes miércoles y jueves entre las 10.30 y las 12 horas y de 16.30 hasta las 18 horas.
Y que los días lunes, jueves y sábado lo pueden hacer exclusivamente los adultos mayores de 75 años, entre las 10 y las 12 horas y de 15 a 17 horas. Y en casos excepcionales con certificado médico que indiquen la necesidad de estar en la playa y bañarse en el mar, asimismo los menores con tratamiento psicológico indicado en el documento respectivo.
Y todos portando sus permisos de la Comisaría Virtual. Quién lo diría, la Ciudad de la Eterna Primavera con sus aguas cálidas y sus bellísimas playas, amarrada de pies y manos, por culpa del Covid 19.
Es la primera vez en su historia milenaria que Arica tiene vedadas las playas a sus habitantes, nacidos y criados a la orilla del mar.