Adosados al abdomen llevaba ocho paquetes de pasta base de cocaína el pasajero de un bus que viajaba a Santiago y fue fiscalizado en un servicio preventivo de Carabineros y personal de Aduanas en el sector de la Tenencia de Carreteras de Cuya, el can detector de drogas “Grisy” no se separó ni un momento del sujeto, lo que fue su perdición.
El pasajero de 19 años, con antecedentes penales, ante la alerta positiva entregada por el perro entrenado por el OS7, fue detenido e inspeccionado a fondo y se le encontró cuidadosamente adherida a su abdomen y espalda, la cantidad de 2 kilos 385 de pasta base que tenían como destino surtir a viciosos de la región Metropolitana.
Otro “burrero” quedó fuera de circulación y será procesado por el delito de tráfico de drogas, que corresponden en esta oportunidad a más de 20.000 dosis y con un valor aproximado a los 20 millones de pesos.