(HUGOL).- Dos estocadas de su goleador Byron Monroy, la primera de cabeza a los 11 minutos y la segunda de taquito a los 70 minutos, le bastaron al campeón San Marcos de Arica para celebrar junto a sus fieles la obtención de su séptima estrella y el merecido ascenso a Primera “B”, una hazaña que los muchachos de la celeste lograron con los dientes apretados y el corazón agitado .
Recordemos que en un hecho inédito en la historia del fútbol chileno, el año 2021, San Marcos cuando marchaba en la mitad de la tabla de posiciones de la serie “B”, sufrió una lapidaria resta de puntos por la inscripción del jugador Zederick Vega, y perdió la categoría. El castigo aplicado salvó del descenso a Segunda División al colista Barnechea, que aún goza de buena salud.
Aunque San Marcos de Arica había obtenido el ascenso la semana pasada, tenía que ponerle la guinda al pastel y se la puso, derrotando 2 por 1 a Deportes Valdivia en la mítica cancha uno del “Carlos Dittborn”. Verdadero festín para los niños y niñas que al término del partido invadieron el campo de juego para abrazar a sus ídolos, como se observa en la foto principal.
El goleador Monroy brilló con luces propias ante una multitud que reconoce en él, a una figura que por méritos propios inscribió su nombre en las páginas doradas del club. Ojo que Byron, con 13 goles en sus bolsillos, se consagró como el máximo artillero de la Segunda División 2022.
En la emotiva tarde celeste, hubo homenajes por doquier., entre ellos a Enrique “Papi” Correa (viejo roble), a l locutor oficial del estadio, Bernardo Soto Martínez y aunque parezca insólito hasta aplaudieron al entrenador de Valdivia Luis Marcoleta que ha subido dos veces a los Bravos a la Primera División (2012 y 2014).